Una mala reputación puede hacer daño tanto a la imagen de la marca como a sus resultados económicos
La reputación online se ha convertido en un servicio más de las empresas de comunicación y el marketing corporativo, en una nueva forma de hacer negocios. Pero, ¿cómo puede una empresa recuperarse de una mala reputación online? Desde Trabajando Freelance nos dan las claves.
La primera de ellas pasa por reconocer el error. De hecho, no hay nada peor para una empresa que, conocimiento la mala estrategia que ha llevado a cabo en relación con las quejas de los usuarios, no admita ese camino. De ahí que lo más conveniente sea admitir públicamente los fallos y pedir disculpas sinceras.
Sin embargo, con lamentar haber hecho las cosas mal ninguna pyme es capaz de revertir el daño que ha hecho a su reputación online. Para ello, lo que hace falta es encontrar los orígenes del problema que acecha a la empresa, puesto que solo así constatará que no volverá a ocurrir. En este sentido, hay que pensar en lo que pudo ocurrir para levantar las quejas, así como quienes fueron las personas involucradas en el problema.
Una vez que se tenga el diagnóstico y las causas que derivaron en él, lo más adecuado pasa por entender qué es lo que ha ocurrido para prevenir y evitar que dicha problemática vuelva a aparecer. Así, es vital ser capaces de prever con antelación los posibles focos o fuentes que puedan perjudicar a una pyme en Internet, ya que solo así será capaz de analizar las oportunidades que se generan con ellos, aprender y crecer.
A continuación resulta fundamental tomar la iniciativa. ¿Y esto qué supone? Tomar la iniciativa significa que la pyme y sus gestores deben invertir tiempo en el foco de su pérdida de reputación, para a partir de ahí generar una buena marca asociada al negocio. Para ello, basta con empezar haciendo hincapié en el producto que se oferta, así como en el servicio y la atención al cliente que se desarrolla.
Errores y prevención
Del mismo modo, es conveniente ser capaz de sacar provecho de los errores cometidos. Para ello, es crucial saber enfrentarse a los problemas, buscar soluciones óptimas para ellos y disculparse a tiempo en el caso de que se cometa un error. Solo así los clientes sabrán que han sido tratados con la dignidad y el respeto que se merecen.
Por último, merece la pena dedicar un tiempo al desarrollo de un plan integral de crisis y prevenir antes que sufrir por un daño en la reputación de la marca. Una manera de hacerlo eficazmente es probar realizando un test de satisfacción con los clientes fieles y personalidades de peso en el sector.
Noticia extraída de: cincodias.com