5 consejos a tener en cuenta si no has registrado aún tu marca

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¿Tienes registrada la marca de tu empresa? ¿Y el diseño del soporte en el que ofreces tu producto? ¿El dibujo de tus etiquetas? Olvidarte de registrar una marca o un diseño industrial, un sencillo trámite administrativo en el que tienes que invertir menos de 300 euros cada diez años, puede traducirse en que pierdas de la noche a la mañana tu inversión en marketing y publicidad para dar a conocer tu negocio, por no hablar de echar al traste todos los gastos de comercialización y merchandising. Te contamos qué pasos tienes que dar y cuánto cuesta registrarte.

 

Has calculado todo al milímetro.

Has conseguido hacer malabares con un pequeño presupuesto para poner en marcha tu empresa, consiguiendo, incluso, una pequeña partida para invertir en una modesta campaña de publicidad en la que tienes puestas todas tus esperanzas para dar a conocer tu empresa y justo un año después de salir al mercado recibes la llamada de una empresa de otra provincia que te pide que no utilices su marca. Aunque te suene extraño es una situación que se da a menudo. Durante 2015, año en el que se crearon en España 94.439 empresas (según Informa), se presentaron sólo 50.715 solicitudes de marca, según la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). O lo que es lo mismo, la mitad de las empresas españolas de nueva creación, en su mayoría pymes, tienen su marca desprotegida.

“Pequeñas y medianas empresas se lanzan a la aventura sin proteger su marca, y cuando llevan ya en el mercado un año, y han desembolsado importantes cantidades de dinero en merchandising y publicidad, cualquier otra empresa con el mismo nombre, ya registrado, les pide que cesen en el uso de su marca porque coincide con la suya o es idéntica, y el problema no es ya que no se resuelva en los tribunales, sino que todo el dinero que se invirtió inicialmente en la aventura empresarial se va al cubo de la basura”, explica Eugenia Mateu, abogada experta en propiedad industrial e intelectual y directora del bufete Mateu Abogados.

“Se da el caso de muchos empresarios que están convencidos de que su marca es única y piensan en franquiciar su negocio. Tienen varias franquicias concedidas, y un tercero con un derecho prioritario en el tiempo le pide que cese en el desarrollo de la marca. Es una situación muy habitual. Y eso es un pérdida de tiempo y dinero”, continúa.

Según Mateu, “existe una serie de activos empresariales que generan valor para una compañía, pero que al ser de naturaleza intangible no son valorados como tales principalmente por falta de información y, sobre todo por verse como una inversión innecesaria.”. Es el caso de las marcas, los nombres comerciales y los diseños industriales. En el caso de las patentes de invención y los modelos de utilidad –invenciones de menor magnitud, vinculadas, por ejemplo, a utensilios, instrumentos o herramientas—, los otros dos activos intangibles ligados a la propiedad industrial, está más clara la necesidad de protegerlos, ya que generalmente se trata de sectores que invierten en I+D, el espionaje industrial está a la orden del día y, sencillamente, la competencia es encarnizada. Además, también son sectores en los que la colaboración entre empresas a través de las licencias cruzadas es tan habitual como la salida al exterior de sus productos. Sin embargo, arriesgarse a no pasar por el registro –una situación que no es ilegal— para inscribir una marca o un diseño industrial puede acarrear, además de algún disgusto, pérdidas económicas para una compañía.

¿Qué te juegas con un nombre?

Todos los nombres llevan asociadas una serie de imágenes, dibujos, colores, cifras y palabras que les imprimen un carácter distintivo particular haciendo que sean percibidos por el consumidor de una forma específica y determinada.

Haz la siguiente prueba. Si no tienes registrada tu marca, tecléala en este buscador de la OEPM.

La OEPM alerta que “si la empresa no registra la marca, las inversiones que realice en la comercialización de un producto pueden resultar infructuosas, ya que la marca podría confundirse con otra utilizada para comercializar productos idénticos o similares”. En el caso de los diseños originales de productos o de los logos de una empresa, esta circunstancia se agrava. “Si un competidor adopta una marca similar o idéntica, los consumidores podrían comprar por error el producto del competidor”, advierte también la OEPM. Por no hablar del efecto añadido que puede tener el que quien copie ofrezca un producto de peor calidad.

¿Qué es una marca o nombre comercial?

Según el artículo 4.1 de la Ley de Marcas: “Se entiende por marca todo signo susceptible de representación gráfica que sirva para distinguir en el mercado productos o servicios de una empresa de las otras”. El valor de la marca Toyota, por ejemplo, está estimado en 24.837 millones de dólares.

El registro de una marca en España por una vigencia de diez años cuesta 144,58 euros; 122,89 euros, si se hace a través de la página web de la Oficina Española de Patentes y Marcas (tienes toda la información completa y actualizada sobre los costes aquí). Hace sesenta años, los responsables de Toyota seguro que no pensaban que llegaría a valer tanto su marca. Y lo mismo puedes estar pensando tú de tu empresa.

¿Qué es un diseño industrial? La apariencia de un producto o de su presentación, p.ej; el embalaje. Tanto el conjunto como un parte, como la suma de elementos. Siempre, claro, que sea original.

Trámites administrativos

Registrar una marca es un sencillo trámite administrativo. La solicitud de registro de marca –un formulario de tres folios en el que tan sólo hay que rellenar diecinueve casillas, de las que la mitad se resuelven con una X— se debe presentar ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma –cada administración regional tiene el suyo, por lo general, vinculado a las consejerías de Industria— donde el solicitante tenga su domicilio o un establecimiento industrial o comercial.

El formulario se puede descargar directamente de la página web de la OPEM. En la solicitud que se entregue para su tramitación se debe incluir también:

1. Una reproducción de la marca en el caso de que sea mixta, gráfica, sonora o tridimensional. Tienes que adjuntar cuatro reproducciones de la misma con una anchura y altura máxima de 8×12 centímetros.

2. Justificante de pago de la tasa.

En el formulario en el que solicitas el registro de la marca, tienes que marcar los productos y servicios para los que la solicitas, ya que para cada uno de ellos hay una clase diferente. Por ejemplo, si vas a abrir una pastelería, tendrías que inscribirte, en principio, en servicios de venta al por menor en comercio de productos de confitería y bebidas no alcohólicas, así como en el de bombones, caramelos, chocolates y pasteles, pero también, por ejemplo, en el zumos de frutas, en el caso de que más adelante quisieras ampliar tu negocio con un producto que podría estar vinculado a tu marca.

En el caso del diseño industrial es el mismo. En este caso la representación gráfica del diseño puede comprender entre 1 y 7 perspectivas o vistas que pueden agruparse en una misma reproducción que no exceda las medidas de 26,2 cm. x 17 cm.

Una vez cumplimentada toda la documentación necesaria, el órgano autonómico se encarga de remitir la documentación presentada a la Oficina Española de Patentes y Marcas que es la que se ocupa de tramitar la marca. Los solicitantes domiciliados en las Ciudades de Ceuta y Melilla tienen que presentar la solicitud directamente en la Oficina Española de Patentes y Marcas.

En un plazo de entre 12 meses, si no hay ningún suspenso, y 18 meses, se acepta o deniega la marca, que se concede por diez años desde la fecha de presentación de la solicitud y puede renovarse indefinidamente por períodos sucesivos de diez años.

Excepciones a la regla

Hay, no obstante, excepciones en la ley. Supuestos en los que las empresas que no han registrado su marca están protegidas legalmente. ¿Qué ocurre, por ejemplo, si un empresario lleva mucho tiempo en el mercado y no ha registrado la marca o su nombre comercial? ¿O utiliza el nombre comercial como marca y este signo ha adquirido una distinción en el mercado? En este supuesto la OEPM otorga protección a todos aquellos empresarios que hayan conseguido que, debido al tiempo y a la intensidad con la que llevan operando en el mercado, los consumidores identifiquen su signo como una marca.

“En ese caso hay que probar desde el momento en que se constituyó la sociedad hasta cuándo comenzaron a usar efectivamente la marca con facturas, publicidad o con merchandising”, comenta Mateu.

Trucos para no perder tiempo ni dinero

Ahí van dos consejos que te van a ahorrar dinero:

ANTES DE REGISTRAR, BUSCA. Asegúrate de que el nombre que has elegido para tu marca no se encuentre inscrito ya en el registro o que el diseño industrial haya sido presentado ya a la OEPM. Te evitarás gastos y trámites innecesarios. Puedes hacer esta consulta, si se trata de una denominación, a través de la página web de la Oficina Española de Patentes y Marcas, que cuenta con un buscador de marcas.

ADELÁNTATE AL FUTURO. Piensa en cómo será tu negocio dentro de cinco años. ¿Crees que tendrás nuevos productos o una nueva línea de servicios? ¿Quieres que tu empresa sea en el futuro el germen de un grupo de empresas con presencia en distintos sectores? Si es así registra tu marca para distintos servicios, aunque no vayas a desarrollarlos a corto plazo.

No se pueden registrar como marca

Según la OEPM, en estos supuestos:

Signos no susceptibles de representación gráfica.

Signos que reproduzcan, imiten o transformen creaciones protegidas por un derecho de autor. Ejemplo: una obra de arte o el título de una novela

Signos que carezcan de carácter distintivo . Ejemplo: los que sean muy sencillos (i.a. un cuadrado, un triángulo, una línea) o muy complejos (una solicitud de marca que contenga los nombres de todos los miembros de un equipo)

Signos genéricos. Ejemplo: ‘publicidad’ para una agencia de publicidad, ‘leche’ para productos lácteos y derivados.

Signos descriptivos. Ejemplo: ‘de temporada’ para ropa o fruta, ‘cremoso’ para quesos, ‘confort’ para muebles

Signos usuales o habituales. Ejemplo: ‘master’ para cursos de postgrado, ‘litrona’ para cerveza

Signos engañosos. Ejemplo: ‘Orolux’ para una empresa de bisutería, ‘cafemax’ para comercializar achicoria

Noticia extraída de: emprendedores.es