Raros son los emprendedores que no tropiezan con los problemas financieros al menos en sus tres primeros ejercicios.
DEJA LA OFICINA PARA CUANDO PUEDAS PAGARLA
En el capítulo financiero, los gastos fijos pueden llegar a constituir un cuello de botella asfixiante. Por eso conviene separar muy bien aquello que es básico para que el negocio funcione de lo que es accesorio. Hoy en día muchas empresas han empezado en sus casas particulares, o en coworkings, para después pasar a tener oficinas propias cuando las cuentas lo permiten.
PONTE EN MANOS DE UN ASESOR Y OLVÍDATE DE LA CONTABILIDAD
Muchas veces, la clave está en el asesoramiento, y cuanto antes lo consigas, mejor. No solo te dan su apoyo, en asesoramiento fiscal y mercantil también pueden ayudarte a conseguir créditos a bajo interés.
Es importante dejar estos temas en manos expertas. Así se evitan errores que, por desconocimiento o falta de dedicación, podríamos cometer con toda seguridad y que generarían unos gastos innecesarios.
ASEGÚRATE ANTES DE DAR EL SIGUIENTE PASO
Ser conservador en las inversiones propias y en las ajenas (entrada de capital externo en la empresa), permite un mayor control sobre la empresa y su futuro.
EMPEZAR CON LO PUESTO Y EXTERNALIZAR TODO LO DEMÁS
Son muchos los expertos que aconsejan no sobredimensionar la empresa, un error muy habitual que ha contribuido a destruir muchas organizaciones en los últimos años. Es preferible partir de un tamaño modesto, y crecer racionalmente, que empezar a lo grande para al final darte cuenta de que has consumido tu presupuesto de tres años en un solo ejercicio. Con mucho dinero es fácil perder el Norte.
Lo que debes saber
No existen costes fijos. Dice Martin Smith en su libro El anti-management que la “designación arbitraria da a entender que un coste fijo es un coste irreducible. No es así. Cualquier coste puede ser eliminado”. Así que… revisa tus cuentas: tal vez la clave esté en una oficina más pequeña, sacar mayor partido al outsourcing, reducir la factura telefónica usando más el e-mail, ajustar el stock… Pero cuidado: “Lo más barato no siempre es lo mejor. El ahorro en mantenimiento de equipos, control e inspección de calidad, formación o publicidad parece atractivo a largo plazo, pero puede producir resultados perjudiciales”, alerta Arnold J. Olenick en Cómo gestionar las finanzas para obtener beneficios. Muchos emprendedores se empeñan en mirar el beneficio a corto plazo. Craso error. La reinversión es básica, especialmente en innovación.
Interpretar un balance
Aprende a interpretar las cuentas de tu empresa. Entre otras cosas, porque como no las gestione un buen profesional, te puedes meter en un lío espantoso. Una firma hotelera puso su contabilidad en manos de un supuesto experto que resultó no tener ni idea de números. Destrozó la contabilidad de seis meses hasta ser descubierto y la empresa tardó otros seis en reconstruirla.
El precio es negociable
Siempre es posible negociarcon un proveedor. Y si no acepta, no te lo pienses, búscate otro.
Paga y luego gasta
Si uno vende a crédito y se duerme con los cobros o sigue acumulando existencias porque el negocio es bueno, podría verse en apuros.
El fondo de maniobra
Es el dinero que debes reservar para asegurar que el pasivo a corto plazo (normalmente, deudas con el banco) sea menor que el activo circulante (todo lo que valen esas facturas que has enviado pero que todavía no te han pagado). Si no aseguras ese colchón, es posible que cualquier retraso o desfase de la corriente de cobros en relación a la de pagos lleve a tu empresa a la suspensión de pagos, de La gestión financiera de la empresa.
Noticia extraída de: emprendedores.es