Distracciones, concentrar recursos en tareas secundarias, gestionar sólo lo urgente… Comportamientos que no te permiten avanzar en tu proyecto de franquicia.
¿Sabes cuántas obras publicó Mozart en sus 35 años de vida? 626, entre óperas, sonatas, misas, sinfonías, conciertos para piano, clarinete, violín… Quizás la cifra, así en crudo, no te diga nada (el dato proviene de un programa de televisión divulgativo -sí, existen- muy recomendable llamado This is Opera). Pero, seguramente, la empezarás a valorar, si te decimos que uno de los grupos más prolíficos -y longevos- del rock, como los Rolling Stones, han editado un total de 175 obras a lo largo de su trayectoria.
Otra cosa no, pero Mozart aprovechó el tiempo… y mucho. No pretendemos que exprimas las horas como este genio, pero sí es importante que interiorices que el tiempo que dediques a tu proyecto ha de ser de calidad, ya que esto te ayudará a concentrar las energías, a no distraerte en lo secunadrio y a, en definitiva, hacer crecer tu negocio.
“Durante años he escuchado que, si vas a emprender, más te vale olvidar durante mucho tiempo tus aficiones, tus pasiones y tus hobbies. Es más, olvida incluso el tiempo de estar con la familia, pues todas las horas te parecerán pocas para dedicárselas al proyecto que emprendes”.
Tras esta reflexión inicial, Pepe Cabello, CEO de Diamond Building, expone su visión acerca del acto de emprender. “Creo que emprender puede estar casado con la pasión y con el disfrute, siempre que entendamos que el proyecto que comenzamos es un vehículo y nunca un fin en sí mismo. He conocido a cientos de emprendedores agobiados por el tiempo y frustrados con lo que ese negocio ha aportado a sus vidas”.
Explica Cabello que esa experiencia tan frustrante se debe a, entre otros factores, la incompetencia a la hora de gestionar el tiempo. “Un defecto que te lleva a caer en el activismo, por encima de la productividad”.
Y es que el uso -correcto- que damos a los segundos, a los minutos, a las horas… es vital en el desarrollo de un proyecto en franquicia, ya sea como franquiciador o como asociado.
“Aprende a pensar en papel, la mente no es una buena libreta de notas»
A partir de aquí, y de la mano de Cabello, te damos una serie de consejos para optimizar tu tiempo y que éste sea lo más rentable posible para tus intereses.
Urgente versus Importante. Muchas veces tendemos a identificar lo urgente con lo importante. Y esto es un error garrafal. Como emprendedor, has de tener claro cuál es el horizonte de tu negocio, el punto al que quieres llegar, ya que será el único modo de priorizar, de concentrar el esfuerzo -y los recursos- en aquello que nos permite evolucionar. “No saber cuál es el puerto, la meta, hace que terminemos gestionando a través de lo ultimo que llega, de lo más urgente. En este sentido, todo lo que no me acerque a mi objetivo no será importante, aunque sea urgente”.
Haz una tarea a la vez. Las personas no estamos diseñadas para hacer varias cosas a la vez y hacerlas bien, según explica Cabello. “La capacidad para concentrarse de manera correcta en una tarea y hacerla bien y terminarla es una de las claves del éxito”.
El emprendedor impoluto. La limpieza como factor de éxito. “Tira todo lo que no sirva o no se use. Un papel sólo tiene dos destinos, el archivo o la papelera”.
Organización. “Cada cosa, en su lugar. Una de las cosas que más tiempo hacen perder a un equipo es que cada uno decida dónde se ponen las cosas y no exista un consenso. A veces, ni uno mismo logra dejar las llaves siempre en el mismo lugar”.
«Todo lo que no me acerque a mi objetivo no será importante, aunque sea urgente”
“Pasa a la acción… Y deja de vivir en la intención”, reclama Cabello. “Esto implica no vivir en estar diciendo siempre lo que quiero hacer, sino en hacerlo. A veces perdemos mucho tiempo en hablar y ese tiempo, si lo dedicáramos a hacer, simplemente nos permitiría ser más efectivos”.
Sobre el papel. Quizás éste sea el consejo más práctico de Cabello. “Aprende a pensar en papel, la mente no es una buena libreta de notas. Usa una agenda y anota todo lo que has de hacer y lo que has hecho. Para ello, incorpora los siguientes hábitos, muy saludables y efectivos. Cuando acabes la jornada, dedica quince minutos a revisar lo que has hecho durante el día. Esto provoca felicidad y sensaciones positivas, además de disparar endorfinas. Utiliza estos minutos finales, además, para planificar el día siguiente, que empezarás revisando lo planificado y anotando todo lo que te venga a la cabeza para la nueva jornada. No emplees más de diez minutos en esto”.
No improvises. Vale, ya lo tienes todo planificado. ¿Y si surge algún imprevisto? Tranquilo, que no cunda el pánico. “Lo imprevisto debe sujetarse al plan, no a la inversa. Si vas a jugar a la improvisación, más te vale ser un genio”.
Noticia extraída de: franquicias.emprendedores.es