Así lo reconocen en una encuesta 400 directivos europeos y norteamericanos
El 68 por ciento de las empresas comunitarias y estadounidenses no ha puesto aún en marcha planes para adaptar sus políticas de privacidad a la normativa del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés), aprobada por la Unión Europea el pasado mes de abril.
En el caso de España este porcentaje es del 56 por ciento, lo que contrasta con el hecho de que el 72 por ciento de las compañías españolas manifiesta estar bien informada sobre la nueva normativa y su impacto en la gestión de los datos de sus clientes (20 puntos más que la media mundial).
Estas son conclusiones de un informe realizado por Compuware, que ha entrevistado a 400 altos directivos de grandes compañías de España, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Estados Unidos sobre la materia.
Un aspecto destacable de la nueva normativa europea es la obligación de anonimizar los datos personales de los clientes cuando son usados para la realización de pruebas del software. Actualmente sólo el 52 por ciento de las empresas reconoce que lo cumple.
Por otro lado, el 92 ciento de las empresas españolas afirma que usa datos reales de sus clientes a la hora de probar sus aplicaciones y solo una de cada cuatro (24 por ciento) solicita su consentimiento explícito para ello. Por último, el 40 por ciento afirma que es especialmente complicado saber dónde se localiza la totalidad de los datos de pruebas.
A este respecto, muchas empresas confían en los acuerdos de confidencialidad firmados con terceros o con sus propios empleados, o en los consentimientos explícitos de los clientes y olvidan que con ello no cumplen con la nueva normativa, exponiéndose al riesgo de graves sanciones.
Entre los factores que, a juicio de las empresas españolas, dificultan el cumplimiento del Reglamento destacan, en primer lugar, la mayor complejidad de los sistemas de tecnologías de la información (80 por ciento) y, después, la necesidad de gestionar el consentimiento explícito de los clientes para utilizar sus datos (56 por ciento). El incremento de los volúmenes de datos sobre los clientes es un hándicap más para cumplir con el mandato del derecho al olvido establecido en la norma.
Sólo el 52 por ciento de las empresas españolas reconoce que la complejidad de los actuales servicios obstaculiza el conocimiento en cualquier momento sobre dónde están los datos de sus clientes. Y las empresas también indican que las relaciones con empresas subcontratadas (64 por ciento) y la tecnología móvil (48 por ciento) dificultan aún más la trazabilidad de estos datos.
Noticia extraída de: eleconomista.es