POR EL 56% QUE ATESORA PRISA
El affaire Canal+ empieza a desenredarse. Telefónica, el aspirante natural a hacerse con la plataforma, ha presentado por fin este martes una oferta vinculante para adquirir el 56% de la sociedad que atesora el Grupo Prisa y tomar el control de la compañía. La multinacional que preside César Alierta está dispuesta a desembolsar 725 millones por el activo, un precio acorde con su valoración en mercado y en libros, pero lejos de los entre 900 o 1.000 millones que inicialmente cortejaba la editora de El País para realizar la venta.
En la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Telefónica comunica que «ha presentado en este martes una oferta vinculante para la adquisición del 56% del capital social de Distribuidora de Televisión Digital (DTS), propiedad directa o indirectamente, de Promotora de Informaciones (Prisa), por un importe de 725 millones de euros». Del mismo modo, recuerda que la propuesta «está sujeta a la obtención de las pertinentes autorizaciones regulatorias».
El paso adelante de Telefónica lleva a una nueva fase una operación que se había convertido en un auténtico culebrón en los últimos meses, con muchos interesados pero ninguna oferta formal. De hecho, da la sensación de que el procceso entra en su recta final. La teleco, que considera Canal+ un activo clave para armar su oferta convergente, ha jugado con la baza de contar con derecho de tanteo ante cualquier oferta que pudiera ponerse sobre la mesa. No en vano tanto la multinacional española como Mediaset atesoran ya un 22% de la plataforma de pago.
El proceso de venta parecía embarrancar a finales de enero cuando Telefónica deslizaba a Prisa precios que la propietaria de la Cadena SER consideraba de derribo. El mal feeling generado entonces entre dos empresas condenadas a entenderse pareció abrir la puja a otras opciones que al principio parecían relegadas. Además de Al Jazeera, se han interesado por Canal+ el grupo británico controlado por Rupert Murdoch BSkyB; Vivendi, dueña de Canal+ Francia, y Liberty Global, multinacional estadounidense que recientemente compró Virgin Media por 23.300 millones de dólares.
En ese escenario, el Grupo Prisa ampliaba en un mes, en concreto hasta el 22 de febrero, el plazo para que los aspirantes a tomar la plataforma de pago presentaran sus ofertas, una decisión adoptada a petición de los posibles compradores. Aunque el objetivo de la compañía de Juan Luis Cebrián era estudiar las propuestas y tomar una decisión en el consejo de administración de la sociedad previsto para esta semana, fuentes próximas a las conversaciones dejaban claro entonces que el proceso no era cerrado y que había flexibilidad para que los candidatos hicieran sus números. Hasta este martes.
Al final, la cuestión ha sido siempre de precio. Prisa, que arrancó a los bancos un plazo de tres años para no malvender el activo, aspira desde el primer momento a obtener un importe en el entorno de los 1.000 millones de euros. Los planteamientos de Telefónica han estado siempre muy alejados de esa cifra. Como telón de fondo, las dudas sobre el valor real de Canal+, con Prisa incapaz de rentabilizar el contrato para la emisión del fútbol firmado con Mediapro y e pleno desplome de los abonados. Mediaset ya ha tenido que contemplar un impacto en sus cuentas por el impairment de Canal+. Como para pensarse ir más allá.
Noticia extraída de www.elconficenicial.com