La salida al problema de deuda griego, el posible afloramiento de déficit extra en las comunidades o la crisis interna del gobierno tras las elecciones pueden desencadenar un proceso letal.
Está lejos. Se atisba en el horizonte. Parece que no llegará, pero está ahí. La tormenta perfecta que arrastraría a la economía española al vagón de las economías europeas en coma da mucho miedo. Los analistas ya alertan de que o se endereza el rumbo de los rescates del euro o la amenaza latente del contagio puede estallar sobre España. Un escenario pésimo para todos.
“Desafortunadamente, parece que la tormenta perfecta puede estar acechando en el horizonte, si los factores que están planeando sobre la economía española se solapan o coinciden”, apuntan desde el think tank británico Open Europe. De ocurrir, España se situaría en la puerta del rescate financiero.
Los analistas europeos y españoles están muy preocupados por la posibilidad de que surja deuda oculta autonómica tras las elecciones autonómicas y locales del 22 de mayo. Aunque no sería inmediatamente peligroso, dado el tamaño de la economía española, esta deuda extra podría provocar que España no cumpliese sus compromisos de deuda y déficit para 2011, algo que los mercados financieros castigarían.
Además, desde Open Europe señalan que, si no se termina el proceso de reformas, se vería un aumento del coste de la deuda soberana. No es descabellado “imaginar que podría romper la barrera del 7% (más allá de la que la deuda se ve como insostenible) en el escenario de tormenta perfecta”, agrega Open Europe. En el horizonte también se atisba la necesidad de completar la reforma financiera, con las recapitalizaciones y salidas a bolsa de las cajas de ahorro. No en vano, tienen una enorme exposición al sector inmobiliario (más de 320.000 millones de euros, de los que alrededor de 100.000 peligran, por la depreciación del suelo).
Además, en la ensalada de nubarrones se ha colado la expectativa real de que el Banco Central Europeo suba aún más los tipos de interés, lo que azotará a unas familias muy apoyadas en las hipotecas variables y, por tanto, al consumo.
Pero la amenaza principal es el contagio en los mercados de los problemas de Grecia y Portugal. La reestructuración helena es directamente un “horror”, según el gobernador del Banco de Francia y miembro del BCE, Christian Noyer.
La reestructuración de la deuda griega significaría la suspensión de pagos, ha apuntado. Según Noyer, la quita de la deuda soberana helena golpearía, sobre todo, a los bancos del país. ¿Y quién los tendría que recapitalizar? El Estado heleno, que, por tanto, “no ganaría nada” (o a penas nada, habría que matizar, suponiendo unos intereses de devolución).
El analista económico de Open Europe Raoul Ruparel, subraya: “Es improbable que un rescate solucione ninguno de los problemas fundamentales de Portugal o Grecia. Los préstamos a corto plazo son simplemente insuficientes”, apunta.
La ‘troika’ no lo ve claro
Para más inri, la UE no ve claro que las medidas propuestas por el Gobierno de Atenas vayan a causar el efecto deseado. Los expertos del BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, la famosa troika, iniciaron ayer en Atenas una evaluación de las medidas de ahorro y privatizaciones adoptadas esta semana de manera urgente por el Gobierno heleno, para continuar recibiendo ayuda externa a fin de evitar la bancarrota del país. FMI, UE y BCE supervisarán en detalle el paquete de impopulares y draconianas medidas anunciadas el lunes por el Gobierno griego: alzas fiscales, recortes salariales y de pensiones… para recaudar unos 6.400 millones de euros.
De esta evaluación dependerá la luz verde al quinto tramo, de 12.000 millones de euros, del rescate de Grecia. Si no lo obtiene, Atenas ha reconocido que debería suspender pagos. Y esa quiebra sería el mayor de los relámpagos sobre la eurozona y sobre los mercados, de por sí hipersensibles a todo lo que pueda salpicar a España. Y basta que chispee más de la cuenta para que se desate una tormenta ¿perfecta?
(Noticia extraída de Expansión)