EL TRUCO, LOS CURSILLOS DE FORMACIÓN
La fundación Ideas quiere sacar al 50% de los parados de las listas del Inem. Y no encontrándoles trabajo, sino apuntándoles a cursos de formación. El maquillaje de Caldera llegaría así a su máxima expresión. De un plumazo, dos millones menos de parados.
Tal y como ha informado de forma reiterada Libertad Digital, Jesús Caldera decidió un mes antes de las elecciones modificar la forma en que se contaban los parados en España. El ex ministro de Trabajo se inventó una sub-categoría dentro del colectivo de Demandantes de Empleo No Ocupados(Denos) que incluía a aquellos parados que no trabajaban pero que estaban apuntados a cursos de formación. De esta manera, un desempleado que fuera a un cursillo contaba como Deno, pero no aparecía en las listas de los parados registrados que se anuncian todos los meses en los medios de comunicación.
Con esta maniobra, Caldera sacaba de las listas a un cuarto de millón de desempleados a un mes de las elecciones. Este maquillaje ha sido denunciado en numerosas ocasiones, pero Trabajo no ha dado ninguna pista de que vaya a cambiar esta práctica. Por ejemplo, en el último mes de octubre, los parados registrados fueron 4.085. 976 y los «otros no ocupados» sumaban 262.501.
Pues bien, este martes, la Fundación Ideas, ligada al PSOE y dirigida por el propio Jesús Caldera ha publicado un documento sobre las «Reformas de las políticas activas de Empleo». En su página 49, establece como objetivo «que al menos un 50% de los parados» lleven a cabo acciones formativas. «La situación de España en cuanto a la formación está muy lejos de la media europea: en 2007, menos de un 20% de los parados realizaba cursos de formación y la crisis ha llevado este porcentaje a caer por debajo del 10%». Es un fin muy loable, pero claro, con las cuentas del Ministerio de Trabajo, si el 50% de los cuatro millones de parados se pone a hacer cursos, más de dos millones de desempleados desaparecerían de las listas del Inem… y de los titulares de televisiones y periódicos.
Desde el punto de vista de su relación con los sindicatos, la propuesta de la Fundación Ideas también ayudaría. Un gran porcentaje de los cursillos de formación es organizado por las centrales sindicales. UGT y CCOO se llevan una parte importante de una tajada de hasta 7.000 millones de euros anuales. Valeriano Gómez ya ha declarado que como no se van a poner de acuerdo con la reforma laboral, que provocó la Huelga General del 29-S y que el Gobierno no va a retirar, uno de los aspectos importantes del nuevo diálogo social serán las «políticas activas de empleo». En resumen, que las centrales seguirán financiándose gracias a los cursos que el Gobierno y las comunidades organicen.
Además, en las últimas semanas se han sucedido los anuncios de que el Gobierno retirará el subsidio de desempleo a los parados que no acudan a los cursillos. De esta manera, Trabajo conseguiría la cuadratura del círculo: primero, aumenta los programas de formación con los que saca a los parados de las listas, sean o no útiles esos cursillos; luego, se gana el aprecio de los sindicatos que dan muchos de esas clases; por último, deja de pagar al que no vaya al curso (quizás porque este parado no sepa siquiera que tiene que ir), con lo que se ahorra esa prestación y reduce el gasto público sin que se le pueda acusar de nada, siempre tendrá la excusa de que el desempleado no se quiere formar. Todos contentos y los titulares del paro de cada mes, mucho menos alarmantes.
NOTICIA DE «LIBERTADDIGITAL.COM»