ABRÓCHENSE LOS CINTURONES
Comienza una semana clave para el futuro de la eurozona. Irlanda se resiste al rescate, pero necesita al menos 80.000 millones de euros, mientras que Grecia admite que no podrá devolver el préstamo al FMI y la UE y Portugal piensa abandonar la divisa comunitaria.
Alta tensión en la UE. Todo el mundo da por hecho que Irlanda será rescatada con el dinero de los contribuyentes que viven en los países del euro, aunque el Gobierno del país se niegue a asumir la pérdida de independencia que conlleva un rescate por parte de las autoridades comunitarias con la ayuda de Washington. La cifra puede rondar los 80.000 millones de euros, aunque los bancos irlandeses tienen unas necesidades de financiación mucho mayores.
Como señala el analista de Financial Times, John Murray, al gobierno irlandés le pasa «como al marido que se equivoca de ruta cuando va conduciendo y, en lugar de prestar atención a las indicaciones de su mujer, recurre al GPS». Y es que el gobernador del banco central del país, Patrick Donohan, intentó la semana pasada restar importancia a la humillación que supondría el rescate, pero la realidad es que Irlanda «no tiene dinero para hacer frente al coste de los servicios públicos básicos hasta junio o julio».
Lo cuenta el diario Expansión en un reportaje a doble página en el que anuncia que «España y Alemania urgen al rescate rápido de Irlanda». Junto a Francia, presionan para recuperar la confianza de los inversores y devolver la calma a los mercados financieros. De hecho la canciller germana, Angela Merkel quiere salvar también a Portugal, cuyo ministro de Exteriores, Luis Amado, afirma sin tapujos que estudia «salir del euro» para superar esta coyuntura «extrema».
Mañana se despejarán las dudas en el consejo de ministros de Finanzas donde Alemania presentará su plan de quiebras ordenadas, un proyecto que sustituirá el actual fondo de rescate de 750.000 millones de euros. Expansión aporta un dato escalofriante: según el banco HSBC el rescate de España alcanzaría los 315.000 millones de euros.
A los problemas de Irlanda y Portugal se suman también los de Grecia. Según El Economista, el gobierno heleno avisa de que no devolverá los 110.000 millones de euros prestados por el FMI y la UE en el plazo acordado (3 años), lo que pone en jaque aún más a las maltrechas finanzas comunitarias. El periódico titula a toda página: «Grecia pide más plazo para pagar» y sentencia en su Editorial que los riesgos de que se rompa la eurozona regresan «como la comida que deja un niño y que debe volver al microondas».
Y en medio de esta tormenta perfecta la decisión del Gobierno de Zapatero y la del Banco de España es la misma de siempre: mentir en las cifras oficiales y permitir a las entidades financieras trucar sus libros para que parezca que aquí no pasa nada.
En concreto, Expansión desvela que «el Banco de España flexibiliza la valoración de la deuda pública y da un respiro a las entidades», es decir, que los bancos y las cajas no registrarán en sus cuentas las pérdidas generadas por los bonos del Tesoro y los resultados que den trimestre a trimestre serán más falsos que un duro de madera.
Pero las trampas no terminan aquí, ya que «el Gobierno maquilla la hucha de las pensiones»: pretende ocultar los números rojos de la Seguridad Social con las cuotas empresariales que están en manos de las mutuas. Y ¿cómo se hace eso? Pues de tapadillo en los Presupuestos Generales del Estado para 2011.
NOTICIA DE «LIBERTADDIGITAL»