Sube el IVA, en Canarias el IGIC se mantiene

0
1959

Ministros ha aprobado el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2010 con un incremento general de impuestos, entre ellos los indirectos: subirán los tipos general y reducido del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

El proyecto de ley será enviado al Congreso de los Diputados, donde el Gobierno buscará el «máximo consenso». En total, el Gobierno prevé incrementar la recaudación en 10.000 millones de euros esta legislatura, de los cuales 6.500 millones serán ingresados en 2010.

El Ejecutivo eliminará la deducción de los 400 euros en el IRPF y subirá el IVA a partir de julio de 2010 porque «la recuperación ya habrá comenzado», según prevé la ministra de Economía, Elena Salgado.

En España hay tres tipos diferentes de IVA: el general, que grava bienes que no son de primera necesidad sin distinguir su valor. Así, el impuesto es el mismo para clases altas y bajas si compran, por ejemplo, un coche, sea un Lamborghini Diablo o un Seat Panda. El reducido, que grava determinados servicios como la hostelería y el turismo; y el superreducido, para bienes básicos como el pan y la fruta.

La supresión de los 400 euros supondrá aumentar los ingresos en 5.700 millones de euros; asimismo, subirá en dos puntos el régimen general del IVA, del 16% al 18%, así como el tipo reducido, que se incrementará del 7% al 8%. Con ello, el Gobierno prevé recaudar 5.100 millones más.

Respecto a la tributación de las rentas de capital, esta será progresiva. Los primeros 6.000 euros tributarán al 19% en vez de al 18%, y el resto al 21%.

Según la ministra de Economía, Elena Salgado, de los 20 millones de contribuyentes que hay en España, 12 millones declaran rentas de capital, de los que un 94% declaran menos de 6.000 euros y unos 45.000 declaran más de 90.000 euros.

El Ejecutivo ha aprobado también el recorte en cinco puntos del Impuesto de Sociedades para pequeñas y medianas empresas (pymes) que mantengan o incrementen su plantilla en los tres próximos ejercicios.

Finalmente, el Gobierno no ha revisado los impuestos al alcohol, el tabaco y la gasolina, ni tampoco el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), actualmente en el 18.

Recorte del gasto

El Gobierno prevé una caída del 3,6% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2009. Por ello, los presupuestos incluyen un aumento de la fiscalidad para paliar la caída de los ingresos en el actual momento de crisis, y un descenso del gasto del 3,9% para reducir el déficit de la administración central del Estado del 5,7% previsto anteriormente al 5,4%, es decir, 57.248 millones de euros en total.

Así, los ingresos del Estado alcanzarán después de la cesión a los entes territoriales los 121.626 millones de euros, mientras que los gastos se situarán en 185.249 millones de euros.

La deuda pública del conjunto de las Administraciones, que actualmente ronda el 53,4%, se elevará en 2010 al 62,5% del PIB, «20 puntos menos que la media europea». La deuda del Estado será del 41,7% del PIB a final de año y del 49,1% en 2010.

Según el compromiso del Gobierno, los recursos de los ministerios bajarán un 6% y sólo se dará prioridad a las partidas destinadas a inversión productiva y gasto social.

Reunión extraordinaria en fin de semana

El Consejo de Ministros se celebró este sábado lugar del viernes, como es habitual, para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, pudieran regresar de la cumbre del G-20 en Pittsburg (EEUU) y asistir a la sesión que aprobará las cuentas del Estado para llevarlas al Congreso.

El pasado miércoles, el presidente aseguró que serán las rentas altas las que asumirán el «maximo esfuerzo» ante la subida de impuestos, aunque no concretó cuánto aumentarían los impuestos para los contribuyentes.

Zapatero defendió una vez más la iniciativa del Ejecutivo al asegurar que sube los impuestos para poder mantener la protección social y la inversión productiva, así como para que la economía española no frene sus inversiones en infraestructuras y para que los ayuntamientos «no cierren».