El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, admitió ayer que el Gobierno tendrá que hacer un «debate» sobre la conveniencia o no de prorrogar en agosto las ayudas de 420 euros, que en la actualidad alcanza a «casi medio millón» de parados, en un momento en el que se están tomando medidas para reducir el déficit.
Corbacho aseguró que su ministerio «valora muy positivamente» esta ayuda, cuya duración es de seis meses, y que el ejecutivo implantó en 2009, en plena crisis económica, para ampliar la cobertura de los desocupados que agotasen la prestación del desempleo. Pero admitió que España está ante la necesidad de implementar «medidas de reducción del déficit» y que los Presupuestos del Estado del 2011 van a ser «de contención», «Esperemos a ver qué partidas se van a ver afectadas».
